Ahora que sé que no estarás más
podré vaciar el alma de toda la tristeza
No me importa que me veas llorar;
es un derecho que me dio tu ausencia
Por mi sangre hoy corre el despecho;
y esta enfermedad incurable de amor
que nadie podrá curar; ni siquiera el tiempo;
ni la distancia; ni el olvido; ni el adiós
En el corazón me puebla esta amarga desazón,
de no saber porqué nunca nos comprendimos;
ayer devolviste a mi vida una vieja ilusión,
hoy somos al final como dos desconocidos
Y ahora dime tú, ¿qué hago con este dolor
que me consume y me devora las entrañas?
Dime tú, ¿qué es lo que le faltó a mi amor?
¿Cómo resignarme a que no vendrás mañana?
Aquí estoy muriendo con una copa y mi verdad
para embriagarme de vino y de esta pena
Más que nunca enamorada... y la soledad
acechándome como un tigre en las tinieblas
Ahora que todo me dice que no regresarás,
me atrevo a romper con un grito la noche:
Que te quiero a pesar de tus errores
Que sin mí se te fue la felicidad
Ahora que ya sé que nunca serás
inmolaré sobre una pira mi corazón
para ofrecerle a Dios ante un altar
el sacrificio del despecho y del desamor
Yo no te perdí; tú, me perdiste a mí
por tu falso orgullo; y por todo lo demás
Hacia todo y contra todos fui por ti
...aún así el corazón insiste que te esperará
A veces se pierde la batalla pero no la guerra.
Aunque hoy me tiña el alma toda desesperanza,
podría encontrarte en un día cualquiera
y mis ojos indiscretos te dirían mi añoranza
Que no todo quizá está perdido ni acabado...
Con algo debo engañar a este corazón
que agoniza ebrio de amor; hecho un trapo
y yo luchando por ahogar este dolor
dolor de extrañarte, de volver a besarte;
daría un segundo por tenerte aquí
para decirte que nada es más importante
que tenernos; ¡te juro que no te dejaría ir!
Quisiera tener ahora el coraje de llamarte,
de sacudir tu conciencia y sus cimientos
Sabes que me quieres pero eres cobarde
y así nos seguimos alejando en esta guerra
de silencios, de desencuentros y tu indiferencia
que me tiene vencida pero no rendida,
porque mi sueño es verte entrar por esa puerta
y tus ojos me confiesen que volviste a mi vida.