Si algún día el mar se lleva,
Mecido por el viento,
Los restos de nuestro amor,
No dejes que el viento perezca nunca,
Susurrale en suave brisa,
Llorale en agonías por un beso,
Baila al son de tu alegría,
Con la felicidad como dama,
No dejes que la noche de paso al día,
No dejes que mueran nuestros restos,
Es nuestra la pasión que ansía,
Es nuestro el corazón que roba,
Es nuestra la ternura que se bebía...
Y en el verde prado,
En la fina hierba,
Brinda, amor, poesías por haber recuperado,
Nuestro tesoro robado,
Es nuestro, el más preciado...
Y mira al sol, y confiensale nuestro amor,
Porque aunque estés lejos,
En cada rayo que desprende,
Hallaré yo el mensaje de tus ojos...
Y dile a las negras rosas que me deseas,
Porque en su aroma percibiré yo tu pasión...
Y dile cariño a las estrellas cuanto me extrañas,
Que así yo recordaré el brillo en tu mirar cuando contemplas...
Y elévame amor al cielo en sublimes caricias,
Y sube liviano a las nubes, rojas, bellas...
Y hallarás en su textura mi dulzura,
Y...
... Y despertaré amor de este sueño,
Pues tu no eres mio,
No quieres ser principe de mi mundo de ensueño...