Se trasnochan mis ojos,
en tu noche brillante.
No se si ya es un antojo,
Pero hay una luna radiante,
¡Que solo mis ojos!
abren sus inquietos abrojos.
En un estrellado horizonte
Y van cayendo las horas del desvelo,
evocando la belleza que siento.
Que cada pensamiento se hace vuelo,
y mi noche no lleva lamentos.
¡Solo lleva el dulce embrujamiento!
Contemplo un cielo en armonia,
donde la luna y las estrellas,
toma mi corazón en querencía.
Dejando cualquier silencio de querellas.
tomando mi alma como hechicera propicia.
Y la noche se cruza con el viento,
con la luz de los luceros.
Mis versos viajan sedientos,
tan fragantes,tan romancero.
persistente como ilusión de sendero.
SOL