Bajamos de la furgoneta un día de lluvia
Tía Pepa, el Alcalde del pueblo y yo
y entramos al recinto de una exposición
había muchos ponentes ese día
buen día, se decían unos a otros
te felicito por tus obras, son únicas
maravillosas, son verdaderas joyas..
aunque por sus adentros se reían
Ay que hermosas todas tus obras,
- y cual de todas fue la que te gustó mas
- todas, todas están preciosas, en el libro
de comentarios dejé un recado por todas
Seguían su paso y al oído se comentaban
tu crees que iba a perder el tiempo viendo
sus porquerías? nada mas le doy cuerda
para que me dé sus votos por las mías
Caravanas y sonrisas falsas por doquier,
los verdaderos artistas solo observaban
en silencio, ellos estaban consientes
del verdadero valor que sus obras tenían.