"HIMNO AL NUEVO DIA"
La aurora con su luz serena y blanca
parece diluirse entre las rosas,
sencillamente franca,
con esa timidez con que se arranca
la esencia al corazón de algunas cosas.
No bien se van las sombras
huyendo cual fantasmas sigilosos
y Tú, Señor, me asombras
con esa tu bondad cuando me nombras
e invitas a que deje mis reposos.
Tu amor que por doquiera
se esparce como lluvia mensajera
que viene a matizar de los jardines
las flores, que en destello abigarrado
parece que rezaran los maitines
dejando nuestro ambiente perfumado.
Ya llega el sol jovial y jubiloso
como el Resucitado,
triunfante y optimista, esplendoroso,
y asila entre sus brazos, amoroso,
la tierra cual galán enamorado.
Vivir bajo tu abrigo
y madurar como madura el trigo
hasta volverse pan en los altares
donde tu amor se encierra.
¿Quién va a querer andar sobre la tierra
cuando se puede anda sobre los mares?
Heriberto Bravo Bravo SS.CC (Derechos reservados)