Voy tras tus ojos al despertar,
podernos por las mañanas acariciar,
y cuando dejen de soñar,
podernos amar.
Espero que el viento,
te lleve mi pensamiento,
envuelto en mi recuerdo,
todavía de tu abrazo tembloroso.
Me diste volcanes,
sombras y luces,
tus días y tus noches,
y de tu cuerpo todos sus confines.
Sin ti, mis manos frías y vacías,
tú sin mi, con esperanzas baldías,
nuestras noches sin estrellas,
los amaneceres sin auroras.
Voy tras tus ojos al despertar,
todavía de tu abrazo tembloroso,
tapada con tu silencio,
podernos por las mañanas acariciar.