Piensa en mí como se piensa en un extraño,
no voy a deshojar margaritas
ni calcular los meses
que han pasado
como pasan las cosas necesarias,
ya no soy el mismo,
Y tú
¿Qué has cambiado?
Cantará mil veces el gallo
un nuevo amanecer
creyéndolo siempre semejante al anterior
como si el transcurso de la vida
fuese totalmente ajeno a él
ignorante de que el zorro
espera atento el despiste,
vigila el gallinero,
busca el fallo
hasta hacerse con su desayuno,
el doble sentido de todo
me hace a veces ser zorro
a veces ser gallo.
Y tú,mi cazadora,
mi presa,
ya no eres casi nada
para mí,
solo un bonito recuerdo fugaz,
tan fugaz como eterno,
un bonito quiebro del destino,
una finta a la desesperanza,
fuiste lo más útil que encontré,
lo más útil que encontré me hizo sentirme inútil,
hoy tengo más seguridad que la Casa Blanca,
ha cambiado algo,
supongo que siempre cambia algo. . .
Sonrío como un chimpancé en el zoo
lanzando heces a sus cuidadores,
tocándose la colita
para el divertimento de sus hermanos humanos,
yo sonrío inculto,
torpe,
sonrío con precocidad senil
como un anciano recordando batallitas
en el asilo,
sonrío ante lo serio,
sonrío ante el humor,
sonrío sin verte,
aunque por supuesto pequeña
todavía me conoces algo
y sabes que mi cariño no muere
es un extraño infinito,
por eso me pregunto
qué será de tu sonrisa
qué será de esos dientecitos
de esa lengua,
tal vez un día vuelva a saber de ella. . .
si se da el caso agudiza tus sentidos,
ha cambiado mi mirada,
se ha vuelto viva,
me obsesiona casi,
me hace tener la seguridad
de un superhéroe en mallas,
yo sonrío,
y tú
¿Sonríes?