Mi corazòn quedò transido de pena,
cuando te vì en brazos de otro;
En tu cara se dibujò una mueca,
cuando al mirar descubriste mi rostro.
Seguì de largo, sin pronunciar palabra,
jamàs creì que mi amor lo ultrajaràs;
aunque jures no creo en tu palabra,
ya me cansè que de mì te burlaras.
He sido un tonto al creer en tus mentiras,
y crer que eran mìas tus caricias;
jamàs pensè que con otro te revolcabas,
y que a èl como a mì, nos mentìas.
Que seas muy feliz, yo te deseo,
y que tu amante no sufra la ignominia;
de sufrir una traiciòn como la mìa,
que llene su corazòn de sufrimiento.