Le aperture la puerta a la noche
que en vuelo masivo tendio...,
su paladar en la lumbre...,
hueca de velas de cera hueso,
piola de algodon en fuego ,
iluminando una pared de sombra,
desenbocandose en gemido,
de silueta de cuerpo...,
estremeciendo las patas de la cama,
envuelta en papeles de dicha...,
y de una felicidad eterna,
paladar suave de sombra,
sedienta de saliva en cuerpo,
gota por gota,
con orificio en su centro,
caen como aguas de rocio...,
en cada sabana de nuestro cuerpo,
semejanza a un arbol en primavera,
petalos esperando ser abiertos,
cuando el paladar de la noche...
escape por nuestra puerta,
y detras del sol se acuesta
Raul T