Suenan los clarines en el centro,
se abre solemne el tentadero,
!qué ya viene el toro negro!
fuerte y airoso dando voces.
Qué vienen los toreros
!pisando el polvo y la sangre!,
la valentía del oficio,
!y la montera en sus carnes!.
El paseíllo elegante estremece
en el vestido de luces,
!tiembla la barrera!
!cuando el arisco aparece!.
De abanicos los escalones,
con la mirada a lo lejos
todo se hace compás
con la música y el linaje.
Mantillas entre verónicas
!requiebros y pasodobles!
con los flecos y el estoque,
!claveles y banderillas!.
Mujeres guapas con porte
!visten la corrida gallarda!,
el albero resplandece
a media tarde en palmas.
Un tatuaje de silencio! por dios!,
!qué está la muerte de cara!
frente al asta el matador,
!hace sus pases de grana!.
Muleta y picadores,
banderillas y capote,
!pañuelos blancos en mano!,
y se termina la tarde,
!por la puerta grande de la plaza!. campanilla