La calle es fría y oscura,
En sus manos no sobra ternura,
La habitan carentes de cordura,
Esnifando a granel la locura.
Piedra de plomo y piel sin corteza,
Sabor a vino, vinagre y cerveza,
Dormir entre cartones y maleza,
Huele a inquietante tristeza,
Ojala sientas en tus huesos su pobreza,
Tal vez arrojes tus ansias de grandeza.
La mierda y los piojos roen los ojos,
Los que amararon con pasión, hoy se llaman: despojos.
Vivieron por un sueño, de ardientes antojos,
Murieron en la calle, tristes y solos.