Los celos, como viejos amigos,
que pueden visitarte a cualquier hora
sin aviso previo, hoy, cargados de fantasmas
miedos y sueños de melancolía, han hecho
acto de presencia
en el jardín donde las dudas, crecen
como las enredaderas
que egoístas se comen las paredes
del alma. Como albañiles que trabajan a destajos de sol a sol,
han construido en el pequeño solar de mis pensamientos, una habitación mágica, donde la soledad se convierte en locuras que llenan de sobresaltos el silencio y me empujan cada mañana desafiando las leyes de la gravedad a verte en los brazos de otros hombres…