Tus ojos alcanzan tibios para cubrir la noche,
Desparramar vientos, mutilar silencios y otros milagros,
O venir sigilosos a meterse en mi alcoba, asediando el frío
Y proyectar hacia un futuro inmediato un letargo.
Inundar universos con sólo levantar una pequeña mirada
Que irradien fulgores, en esta pieza envejecida por estragos.
Despertar en cada sitio una estrella que no tirite,
Bañar de claridad los espejos con la sutileza de tus párpados.
Alcanzan tus ojos para que la noche quede cubierta
Y no haya un solo vestigio de un mustio pasado.
Que el vacío se pierda en el tumulto de los besos,
Arropando nuevas ilusiones. Mientras tanto
Dibujar en el horizonte un sol de rayos perpetuos,
Que no deje ni un solo instante, ni uno sólo de alumbrarnos,
A pesar que la noche este totalmente envuelta
En el aura misteriosa de tus ojos. Sin embargo
La luz viene a paso lento derribando las sombras,
Ahora eres tú la que me envuelves en tus brazos,
Desparramando vientos, mutilando silencios,
Extinguiendo mi soledad, entre otros milagros.