Sembré la más bella de las rosas
en el jardín de un corazón vacío
y cuando floreció fue tan frondosa
que sólo pensar en podarla era impío.
Pero no supe conservar su florecer,
que debía protegerla cada día,
pensaba que tan sólo viviría
con gotas de rocío del amanecer.
Me equivoqué y hoy aquella rosa
está muriendo y duelen las espinas,
que abrieron heridas dolorosas
en mi pecho, cual dagas asesinas.
Perdóname, mi amor, siempre te quise
y hoy te quiero más que como siempre,
regresa por favor, mira que te hice
en mi alma un jardín pa' que te siembres.
El cuerpo muere no los sentimientos,
son más puros, como el alma son eternos;
si vives en mi amor, verdad no miento,
tú y yo nunca dejaremos de querernos.
Mi vida sin ti ya no tiene sentido
y sin tu amor soy un caso perdido;
hoy te espero donde siempre he espèrado
con ansias, como siempre enamorado.
¿Donde estas que ya no escribes? ¡ dinos que ha sido de ti!, es quizas que no pecibes el vacio que hay aqui.