.
Como una agonía siniestra
Una aflicción,una amargura
De duelo y desolación
Que te llama a la palestra,
Y te flagela sin mesura
Como una cruel maldición.
Y una lágrima que brota,
Deslizando en maestría,
Por tu cara como un rio,
Para verter con su nota
Que en tormento acabaría
Tu alma y tu poderío.
Intentas hablar,
No surge,no brota,
Es tu voz que se amarró
Un lazo comienza a atar
Para atraparte en sus redes,
Que entre tu cuello bordó.
Son los nudos de garganta
Son amarras sin cordura,
Que como garfios asoman.
En Tu alma que no aguanta
Esta colosal atadura
De sucesos que te ahogan.
Y tu cuerpo se protege
No trasmite su dolor
A tu mente o corazón
Solo acalla tu clamor,
Con una trinca que teje
Como araña en suspensión.
Un leve sorbo,un calmante,
Te logran apaciguar,
Pero nunca van a sanar
Algo inmenso en un instante,
Solo. Dios omnipotente,
Con su abrazo permanente.
.