Dormir a tu lado, no es como dormir, es más bien como ir viviendo en silencio, mansamente y desear no ser acogida por el sueño profundo nunca, es anhelar sólo estar recostada a tu lado y sentir que es cierta tu respiración y tu suave piel, que son ciertos tus rizos descansados en mis brazos, que es cierto el sueño bajo el que sosiegas tu noche
Dormir contigo no es como dormir es más bien como dejar todo, saber que no hay nada más existente que yo que te siento y tú que te recuestas a mi lado.
Dormir contigo no es como dormir es más bien como pensar en las posibilidades que hay de cumplir cada sueño, es crear también bellas ensoñaciones, fascinantes y tal vez inexistente donde sólo habitemos tú y yo.
Dormir contigo es cerrar los ojos más no los sentidos, es descansar por que el olor que tu cuerpo despide llena de sosiego a mi ser, es alborozarse sintiendo el calor que de tu cuerpo emana.
Es decir, dormir contigo es vivir e ir viviéndote es soñar y olvidarlo todo.