Dulce sabor el de esta madrugada
presa ya de mi lecho de rutinas,
para otros son horas abandonadas
como sus trofeos en las vitrinas, para mí es una nueva bocanada
de humo,con palabras que se amotinan
por el hecho de mostrarme más terco,
por mis demonios que cruzan el cerco.
El tiempo,enemigo recolector
de vida,en un suspiro seré calma,
el tiempo,también llamado rector,
lo domina todo menos el alma,
en mi camino yo soy el elector,
por eso no danzo al son de sus palmas,
hoy mi presente es esta madrugada,
¿mi futuro? Mi futuro no es nada.
Podría escribir sin odio,sin penas,
sin rabia,con amor en el cuaderno,
dejando de lado mi cruel condena,
podría mentir,reir en el infierno,
pero es tarde ya para cambiar nena,
es tarde para soñar ser eterno,
puede que tenga que partir de cero,
no creo,para qué si nada espero.