HOY GRITO DE ALEGRIA
Vi tu cara pálida y marchita
pensé de pronto morirías,
me entró pavor y con una sonrisita
me miraste, como sabiendo… lo que sucedería.
Tú sobre esa cama de sabanas blancas y frías, velando tu sueño y en silencio yo sufría,
verte tan débil, sin fuerzas,
a Dios me aferré pidiendo con fe por ti.
Imploré por tu vida,
imploré por tu salud,
Dios viendo mí sufrir
inclinó su rostro y me dijo así:
“Descuida hija mía,
tu esposo sanará
y su alma cambiará”.
Me quedé pensativa
como dudando
si fue un sueño,
o fue la voz de Dios.
“Señor, tu sanaste a mi esposo,
a ti las gracias te doy
momentos muy desagradables pasé,
dándome Tu paz y tranquilidad.
Hoy grito de alegría,
mis manos al cielo rindo en Tú honor,
pues Dios sanó del cuerpo, alma y corazón,
a mi esposo con amor.
Autor: MARIA DE LOURDES HERNANDEZ FUENTES
Guadalupe, N.L.
México