Ya ha llegado el otoño a mi vida,
ese otoño que tanto habia temido.
Tan bello y dulce su abrazo a sido,
que en su estancia me siento complacida.
Ya se fue mi primavera encendida,
llega la plenitud de los sentidos;
cuerpo y alma en un abrazo estan unidos.
reposando mi dicha bien mullida.
Serpentean por mi pelo ya las nieves,
dejé las polvorientas encrucijadas,
y vivo intensamente lo más breve.
Ebria de vida, mientras yo sea amada,
escucharé el tictac que todo mueve,
que el mañana es mi alhaja más preciada.