Unos amigos que no se volvieron a hablar,
unos ojos que no volví a mirar,
una sombra que no volví a pisar,
una historia que llegó a su final.
Recuerdo bien el roce de su pelo,
sus manos que no dejaban de acariciar,
las ideas que se acoplaban a mis locuras,
y su bendita forma de besar.
La fantasía se convirtió en primera vez,
convirtiendo a una niña en mujer,
deshojando caricias sobre la piel,
entre torpezas, inocencia y timidez.
La tarde acaba y comienza a obscurecer.
En esa esquina donde le solía ver,
otra pareja hace su historia,
y un corazón hace memoria,
resucitando las cenizas del ayer.
A dónde van los sueños que juntos hicimos,
a dónde están las promesas que nunca cumplimos,
en dónde mi vida guarda su historia,
en el recuerdo que estará mañana,
la añoranza vivirá la historia de la soledad.
No se si tus ojos seguirán mirando la luna,
no se si tu piel seguirá escondiendo pasión,
si tus heridas se las haya llevado el pasado,
si tu mirada haya encontrado otra vez el amor.
En nuevos tiempos de mirarme en otros ojos,
de compartir otra historia de amor,
aún regresa la fantasía, a donde llegamos ese día,
cuando tú y yo hacíamos el amor.