Ámame como el más dulce ritual,
como las rosas aman, al rocío en el rosal,
en las mañanas de primavera o,
en el plenilunio de las suaves noches,
como la luna, ama a los luceros y
al plateado brillo de las estrellas,
como el mar, ama a las tempestades y las playas a las suaves olas, que bañan la arena.
Amor mío por favor ámame, como ama con locura el hombre, a la primera maravilla del universo,
la deliciosa obra creada por Dios, la "Mujer"
por eso a la mujer, se la ama y respeta,
porque cuando Dios la creó la dotó con,
todos los mas maravillosos dones que el poseía.
Por eso cuando la creo dijo esposa te doy y
no esclava, pues ella es la única que da vida.
Ámala con el ardor del Sol y el dulce amor,
con la más delicada sutileza de tu corazón, con la dulzura de un beso lleno de amor,
ella ama sin condiciones y con todo su corazón,
te entrega todo su amor, cariño y ternura,
pero jamás te pedirá nada a cambio porque,
cuando ella se entrega al hombre,
lo hace con amor y sin condiciones.
Una rosa roja dejaste al amanecer,
sobre la almohada como signo de pasión,
pasión saciada, en la noche pero,
al amanecer contigo te llevaste mi recuerdo,
apoderándote del aroma de mi piel candente y
el perfume que exhala mi cuerpo desnudo,
emanando por mis poros cuando,
anoche hacíamos el amor con pasión.
Mi silueta se dibuja en la atmosfera de la noche,
llamándote y en dulces suspiros diciendo,
tu nombre a la suave brisa de la madrugada.
Cuando dejándome exhausta, húmeda y
sudorosa cuando te hice entrega de,
mi cuerpo, mi amor y todos mis placeres.