Tendido, en el hombro de mi lecho,
tomando las alas de un poema
como pájaro en largo vuelo,
dándole nombre a todas nuestras caricias
y enumerando, todos nuestros besos.
Me miro en el espejo de tu imagen
descubriendo la eternidad en un momento,
acaricio tu marca en mi lecho,
besando sales, de tu mar y viento
entre las sabanas, tu aroma encuentro.
Con tu boca, de mágicos cuentos
mis oídos se revuelcan en su gozo
provocando placeres sin reposo,
que entregan mi corazón deseoso
que se funde poco a poco.
Ven, devoraré tus ropas,
con el fuego de mis besos
y llagaré tu cuerpo
con mi marca de deseo,
acompáñame en las olas
de mi incinerado lecho
Nuestras bocas volarán
mordisqueando las distancias
y en las noches que vendrán
calmaremos nuestras ansias
y el viento veraniego
avisará nuestras fragancias.
Labraste mi enterrado amor,
sembraste inquietudes en mi cuerpo
y como es toda tu virtud
eres la dueña de mi flor
que se abre entera,
ante tu mágica pasión.
Mi jardín te pertenece porque lo regaste con amor
©Ankh