No finjas delante mío,
si lo pides, no te miro,
no huyas la mirada
que la noche está estrellada
No temas hablarme,
no he de pedirte nada,
ni siquiera la sonrisa
que a mi vida ilusionaba.
No me niegues tu saludo,
que ya tienes mi perdón,
no hagas con tu silencio
que me sangre el corazón.
No pongas tus ojos en mi,
si no deseas mirarme,
si me miras, me hacen daño
tus ojos de cobarde.
No sonrías cuando paso,
que el hacerlo, no es de hombre,
y no murmures por lo bajo,
como si nada, mi nombre.
No creas que te olvidé,
no puedo..., no sé por qué,
es que...
contigo, son dos,
los que traicionan mi amor.