Erase una vez.
Un niño rubio, con ojos azul oscuro,
jugaba cada dia, en un jardin con sus dibujos,
y al atardecer, subia a un árbol, siendo suyos
pájaros, flores, y hasta el más frondoso arbusto
Un día, al caminar por un camino de pedruscos,
se encontró una bella rosa, que giraba con gusto,
hacia los rayos de sol, tomando así su embrujo
y sonriente le preguntó al niño entre susurros.
"Mi hermoso niño, con rostro de disgusto,
¿quieres acariciar mi rojo diminuto?
¿y sacarme de este camino, al fin del mundo?"
El niño asustado, tartamudeó con temblor agudo.
"¿como llevarte, sin pinchar mis dedos menudos?
¿como acariciarte, sin sentir miedo alguno?
pues roja será mi sangre, como tu cuerpo desnudo"
La rosa contestó, con ternura a sus oidos..
"si me coges con cuidado, seré amiga de infinitos
me llevarás contigo siempre,y velaré tus sentidos
Asi el niño, con cuidado, la cogió muy despacito
llevándosela a su árbol, sonriente y con sigilo.
Creando una amistad, que duró por muchos siglos..
Moraleja: Por mucho miedo que tengamos a las cosas hermosas, aunque creamos que nos pueden hacer daño, siempre se han de aprovechar y dar una oportunidad, o nos podemos perder una de las cosas más maravillosas de la vida, LA AMISTAD