Mi querido poeta: Yo le diera mi dote
para que no le riña a Nuestro Sacerdote.
¿Como pudo pensar que alguna sufriría?
si el solamente amor regala en su poesía.
Ya le dije que yo no suelto mi careta,
para que nadie pueda lanzarme una saeta.
No soy Ángel, estrella, ni soy sol encendido.
En realidad, amigo, muy pocos me han querido.
Sé lo que usted me aprecia y yo se lo agradezco,
no quiero se confunda, pues ni la gripe pesco.
Fui toda una ilusión con Alma Enamorada,
pero de aquellos tiempos, ya no me queda nada.
De favor yo le pido su idea descartar,
pues con tanto "Jaleo" el chisme va a explotar.
(Algunos) me acusaron de "Agente" de la C.I.A.,
!No sea que me quieran llamar a un Policía!.
Somos todos hermanos que dejamos las penas
escritas en los versos, con sangre de las venas.
No con todo poeta puede llegar al reto.
pudiera el responderle con un sabio Soneto.
Con esto me despido. De veras, muchas gracias.
Quisiera ser Poetisa sin miedo a las falacias.