Hace tiempo, Landriscina,
vaya si los hay, poeta,
le escribió un verso sentido
a una maestra norteña,
y en ella las juntó a todas
las maestras de mi tierra,
que han dejado hasta su vida,
siguiendo esa vocación
tan noble que su alma encierra.
Aquella, ya jubilada
debió partir una siesta
en el mismo tren que vino.
30 años de diferencia
la apartaban.de su mundo?
de su casa? su querencia?
Adónde?.Si solamente
en su vida de maestra
vivió encerrada en el monte.
Y ese patio de la escuela
la vio llorar tantas veces
y otras tantas reponerse.
Pero hoy mi canto es distinto.
También para vos.maestra
de tanta y tanta jornada
sin piquetes y sin huelgas.
El enseñar tiene prisas.
Y los tiempos se nos vuelan.
Y vos que tuviste tiempo
de reflexión, en tu escuela
no tuviste para vos
ese tiempo. Vaya entrega.
Tan solo, criaste tus hijos
no es poco. Pero en la senda
de enseñar sumas y restas,
fuiste restando a tu vida
trozos de tiempo. Ay maestra!!
Dios quiera que ahora el tiempo
en cualquiera de estas siestas
te premie con el amor
que hasta tus hijos lo sueñan.
Y llegue como en un sueño
colgado de una cometa
tu príncipe azul que espera,
que un cachito de ese amor
que tu corazón encierra
le des, para que asi el pueda,
con otro cachito igual
hacer que vuestro amor crezca,
y hacer más lindos los días
en esa tierra norteña.
Dios ilumine tus pasos!
Dios te bendiga maestra!
derechos reservados de autor.