Llévame a tu mundo donde seamos
uno en cuerpo y pensamiento,
inmersos en un mar de amor,
solos tú y yo en la inmensidad.
Amame como lo hiciste en nuestra noche,
lentamente, lleno de deseo y amor.
Bésame como lo hiciste entonces,
con esa humedad tan cálida, tan tuya,
reteniendo los instantes en cada beso.
Tócame con tus manos con la misma ternura,
oprime tu cuerpo con el mío y siénteme.
Cuando podamos vivir una vez más ese instante,
atraparé tu mirada con la mía
y borraré cualquier duda que la oscurezca.
Apagaré tu fuego con el suave sudor de mi cuerpo
y libaré de tus labios tu saliva que me sanará.