Al igual que un pájaro, volaba mi pensamiento,
en fantasía vuelan mis pies en diversos parajes,
el amanecer sorprende a mi vano pensamiento,
en el lomo de mi caballo en escabrosos paisajes.
Tragaba leguas desde la madrugada hasta el atardecer,
ante de la adolescencia ya soñaba volver a ser niño,
que aun siendo, ya era tanto lo que tenía que hacer,
sin halagos ni palabras alabanciosa, en señal de cariño.
Ante que los astronautas llegaran, yo ya vivía en la luna,
solitario viajé tantas veces con mi triste orfandad,
soñaba estar lejos de este planeta donde solo tuve cuna
sin cobijas, siempre oliendo a intemperies y humedad.
A pesar y, pese que la vida tenga muchas cosas malas,
algo bueno tiene, que uno no se muere tan fácilmente,
siempre hay una luz de esperanza o, una simple farola,
que nadie arrebata, pues, uno siempre es dueño de su presente.
Autor: Alcibíades Noceda Medina