Hora de la Cena. En torno a la Mesa
Mis Tíos y Abuelos, mis Primos y Hermana
Hablaban.y hablaban de esto y de aquello, mientras que cenaban.
Yo no les oía ni les escuchaba.
Absorto, abstraído de cuanto pasaba,
Nada parecía importarme nada.
Mientras los demás, cenaban y hablaban
Yo callado estaba. Cenaba y rezaba. Rezaba y cenaba.
Y entre cucharada y entre cucharada
Mis labios movía.movía y movía.,
Mas nadie veía que yo masticara.
De repente todos, con cara de asombro y asombro en sus caras,
Mirándome iban mientras se miraban,
Cómo preguntándose, ¿qué le pasa al Niño
Que así a solas habla.y habla.y habla.y habla,
Mientras que se encierra dentro de sí mismo
Y no se da cuenta de que le miramos.,
Y no se da cuenta de que nos reímos,
Y no se da cuenta de que le acusamos de estar siempre en Babia?
Pasados los años, quiero confesaros lo que me pasaba:
Caía en la cama. Quedaba dormido. Y ya no rezaba.
Y había prometido al Niño Jesús que todas las Noches
Antes de dormirme yo le rezaría
Cuantas Oraciones aprendido había.
Y sólo por eso, mientras que cenaba, rezaba. y rezaba.
Rezaba y rezaba,
Pues me dijo el Cura que si mis promesas,
Por sueño o pereza, dejaba incumplidas,
El Niño Jesús ya no me querría.
Y sólo pensarlo. Y sólo pensarlo, ya sufrir me hacía,
Pues mi Ilusión era
Que el Niño Jesús, siempre me quisiera,
Tanto, tanto, tanto como le quería.
Pasados los años, dejé de ser Niño. ¡Qué Mayor me hice!
Mas, para dormirme, la misma Oración, sencilla e ingenua, que Yo le rezaba
Cada noche tengo que seguir rezándole al irme a la cama,
Si quiero dormirme. Y que así decía:
“Jesús, yo te amo, perdóname si hoy,
Queriendo ser Bueno, he vuelto a ser Malo
Y cuando me muera, al Infierno voy,
Pues ya no me salvas. Pues ya me condenas”
Cuando esto le digo, cuando esto le rezo
Vuelvo a ser un Niño.
Y como ese Niño que de Niño era,
Me quedo dormido., me quedo dormido
Y soñando sigo los más dulces Sueños
Que soñé de Niño.
Cuando vuelve el día, a mirarme vuelvo.
Me miro por dentro. Me miro por fuera.
¡Dios Mío, Dios Mío, qué Mayor me he hecho!
¡Qué Viejo me veo!
¡Cuánto, cuánto diera
Por volver a ser el Niño que era,
Ingenuo y sencillo, candoroso y bueno
Cual las Rosas Blancas en la Primavera,
Que si alguien las toca.las mancha.las mancha
Y manchadas quedan!
Y una Rosa Blanca, sin ninguna Mancha,
Quisiera que fuera por siempre mi Alma
Hasta que me muera.