En profunda paz duermes a mi lado,
Me encanta admirar tu silueta,
disfruto tanto de tus encantos,
buscas mi calor arrimada a mi brazo.
Espero impaciente a que despiertes,
que me regales tu primera mirada.
Abres tus ojos y sonriente,
mi pecho llenas de sublime calma.
Mis manos acarician tu cara,
mis labios buscan los tuyos.
Otra maravillosa mañana
en mi pecho tierno te arrullo.
A veces no creo que estés aquí,
se lo que significa el no tenerte.
Deje de tener sueños que hablaran de ti,
hoy vivo en tu abrigo ardiente.
Nuestros corazones laten a la vez,
beso a beso, piel con piel.
Nos pertenece cada amanecer.
Te regale mi alma, tú! tu dulce miel.
Tengo tanto que darte,
descubrir tus más íntimos secretos.
sin medida, palmo a palmo amarte,
hacer de cada día un glorioso encuentro.
En nuestro ritual de amor envueltos,
derroche de carisias por doquier.
amarrados en un solo cuerpo,
unidos para siempre en un solo ser.
Esta es mi cotidiana rutina,
todos los días me entrego a ti.
En sueños de noche dormido
o pensando despierto de día,
No sé cómo sacarte de mi vida.