Me hastía la luz opaca de la luna,
la falsedad de la vela y la bombilla,
cuanto queda por soñar que amenece,
cuanto hasta que llegue el dia.
Se angustia la rima y desaparece.
Mientras yo sigo tirando del cordel
para acabar con la sombra que me esclaviza
y me saque de la caverna
y que asombrado vea que dificil
por oscuro era.
El tunel se acentua, acrece,
y yo me adentro con el miedo,
de que a fuerza de trasnochar
siempre por el mismo sendero
llegue a amar su voracidad oscura.
Un pozo, una gusanera es mi vida,
sin sol solo soy un animal que duerme
que teme, que no se rebela,
Pero auno el coraje de mis venas
y siempre me espera la luz en arco triunfante
para borrar una a una mis penas.