Viéndote cual diosa en el firmamento,
si yo pudiera ser tus ojos un momento
para mirar el mundo a tu manera,
alumbrándome la luz de tu primavera.
Tantos anhelos se me cruzan por la mente,
ser el viento que tus cabellos lentamente
mueve, al empezar el día en la mañana,
y llegar como la lluvia en tu ventana.
También quiero ser tu sed de tu ambición,
para que me bebas como agua con pasión
y al contacto de tus labios sentirme nuevo,
para ser preso de ti e incluso tu esclavo,
Permíteme perderme en la maraña tu camino
y llegar hasta tus pies cual peregrino,
ya no desearía encontrar nunca la salida,
entonces estaría preso en ti de por vida.
Autor: Alcibíades Noceda Medina