El amor no se busca, aparece de improviso.
Si lo persigues será más difícil de encontrar.
Estás destruyendo tu vida por una terquedad.
Satúrate de las cosas que tienes a tu alrededor.
Verás cómo descubres la verdadera felicidad.
Pero encerrada en ese mundo que te has hecho,
terminarás completamente sola, y entorpecida,
porque tu corazón sólo multiplica desesperanza.
El desengaño te abate al no tener lo que deseas,
y el mismo te está dirigiendo a la desesperación.
Te has aferrado a ese concepto, y quieres seguir
sumergida en esa profundidad, sin objeto para ti.
¿Por qué reclamas el amor, si él no se manifiesta?
Es que todo lo fundamentas en esos sentimientos.
No te debilites mujer, y acógete a lo más apacible
olvida ya de una vez lo que tanto te va molestando.
Si sabes hacerlo, te sentirás bastante más dichosa,
y puede que tu alma tenga esa ansiada serenidad,
que desconoces totalmente. Por eso te empobreces.
Quiérete con intensidad, para hallar tu satisfacción.