"Sea tu sangre una con mi sangre, tu boca entre a mi boca, tu corazón agrande el mio hasta estallar" J.Gelman
No quiero el tiempo que se nombra tiempo.
Prefiero el olvido.
No quiero la caricia vacía,
la posibilidad deshecha,
el discurrir formal de la costumbre, del hastío.
No quiero ensayos repetidos,
no quiero besos sin perder el juicio,
ni saber de memoria en que consiste tu destino,
que cuentas por pagar adeudas.
(no, no quiero saberte mío)
A mi dame tu abismo,
el impredecible instante en que naces nuevo,
tu agonía, tu conjuro.
Dejáme esquinarme en tu misterio,
y desde allí encontrarte.
No quiero situaciones olvidables.
Yo quiero tu insensatez, tus dolores,
la profundidad, el desconcierto.
Dame el temblor de tus temores,
la clave de tus sueños.
No quiero la vejez de la palabra,
que no levanta vuelo entre las sombras.
A mi dame la verdad,
que revive y mata.
Dame el fragor de todas tus batallas,
quiero la alegría que se suda.
No me des la estrechez de la comodidad,
ni el amparo de lo debido.
A mi dame lo genuino, en lo simple y lo complejo.
No quiero el tiempo que se nombra tiempo.
Prefiero el olvido. Miriam E.M.