Era de noche, miraba al monte mi estrella me perseguía, me daba luz, brillaba como de día miraba hacia arriba, mi estrella se movía gozaba conmigo de todas mis alegrías era una amiga fiel, yo reía y ella también reía. Las noches frescas, las noches claras, con la nieve, con la lluvia, en la tormenta, en la calma, aquella estrella siempre a mi me alumbraba. Mi vida se transformó el dolor apareció el llanto me desplomó el sufrimiento me ahogó, mire hacia el monte y todo se oscureció, mire hacia el cielo las estrellas no salieron volví a llorar amargamente, todos me traicionaban el destino se burlaba, mi estrella se me apagaba, o quizás me despreciaba. La tristeza es enorme la desilusión amarga el saberte querida y luego traicionada pues ni yo misma sabia que tenia un puñal clavado en mi espalda. Aquel dolor que fue leve ahora siento que me desgarra corro a buscar a mi estrella para que calme mi pena pero no está, hay muchas, pero no es ella, todas se se le parecen pero la mía es más bella. Ahora cuando más te necesito ¿porque no andas conmigo? ¿acaso estás huyendo porque temes por lo mío? Eras mi amiga, la luz que que me protegía te buscaba de noche te buscaba de día el sol de mi se compadecía, te dejaba asomar cuando yo a ti recurría, ahora estrellita mía ¿porque me das la espalda? ¿no ves que necesito de tu luz y de tu ayuda?. Él mató mis alegrías mis ilusiones perdidas no soy feliz, ni en la noche ni en el día, la estrella que le daba luz a mi vida se me fue para siempre, sin ninguna despedida. Camino como un robot, una máquina, soy casi una prisionera, desde mi reja miro al infinito buscando una estrella que quizás cayó del cielo para esconderse muy lejos y perderse de mi vista, ya no quiere consolar a ésta una pobre víctima. No creo ya en nadie, Jesús viene y me consuela él a mi no me abandona como la hipócrita estrella. Miro una vez más las nubes muy negras de repente veo en una esquina que se asoma una estrella, ¿Será ella? me pregunto comienza a llover fuertemente el cielo de negro se ha vestido desaparece la estrella, vuelvo a sentir el olvido, seré siempre la amargada ese será mi castigo, pero lo que no pensé y menos me lo imagino es que una estrella muy oculta también está llorando conmigo.