Atrapados en juegos de pasiones,
detrás de un mismo ardor, de un mismo anhelo,
habitantes de un tormentoso cielo,
exhaustos debaten, dos corazones.
Sangrando expresan ya sus emociones
y se dejan cubrir por negro velo,
que tal como huracán , los echa al suelo,
donde creen morir, los corazones.
Mas, una lluvia clara y armoniosa,
los impregna con húmedo fulgor
brindándoles su magia a borbotones.
Y cuando se desata estrepitosa,
dibujando los contornos del amor,
reviven con pudor, los corazones.
®Susana Valenzuela
16-08-13