Después de lo que habré de confesarte,
habré de comprender si tu te alejas,
y así silenciaré las hondas quejas,
que puedan resultar al ya no hablarte.
Por años silenciosos, fui tu amigo,
y nuca prentendí, pasar de eso,
así cuando a tu mano daba un beso,
tan solo me portaba fiel contigo.
Callaba sin remedio, y con porfía,
y nunca demostré que te adoraba,
y sin embargo amor, me derrumbaba,
al no poder gritar que te quería.
Los años, no calmaron mis anhelos,
y tuve que entender, que en mí, el olvido,
es verbo por demás desconocido,
que nunca descubrieron mis desvelos.
En vano simulé dejar de amarte,
y en vano fue tratar de ya no verte,
echada se encontraba ya mi suerte,
fugándose el deseo de olvidarte.
De forma, que sin más, aquí me tienes,
dispuesto a confesarte que te quiero,
y puesto en tu respuesta está mi esmero,
si dejas que yo siga, o me detienes. (2006)