Me pregunto quién cortará el aire silenciado del amor,
quién conquistará ese dulce amor de tu corazón,
sin tu canción de amor no existe el paladín del amor,
El aire puro de tu aliento humedecido que sale de,
tus labios a mis oídos y tu amor es cauce de frescura,
de andar endulzando el amor de tu corazón y azulando el cielo limpio, despejado y mirando,
el bello paisaje en mis atardeceres junto a ti.
Sin la dulce voz tuya susurrándome al oído tus te quieros, con solo mis ojos, para mirarte desde dentro de
mi corazón y perfumarme con los olores de tu cuerpo,
los aromas a jazmines que desprende tu piel,
sentir los perfumes de tus tesoros y tus rosas íntimas,
son aromas deliciosos que embriagan mis sentidos,
los aires puros del amor que emanan nuestros cuerpos,
con los que te amé con pasión y locura y en cauce, de frescura tus dulces ríos de miel, como manantiales,
de aguas tranquilas y sosegadas.
De tus bellos atardeceres de mareas pasionales y
salinas no vio que mi corazón lloraba por tu falta.
Cada vez que de mí lado te ausentas y aligeras tu amor,
mis días son de soledad cuando se despide de ti, sin respirar tu húmedo aliento y que por ello, se mueren las alegrías de mi corazón.
Con el último beso que nos dimos e hizo raíz, profunda en nuestros corazones y que fue como, abrir una bella rosa roja, para aspirar los aromas de,
sus pétalos en las chimeneas prohibidas de tu cuerpo, del atardecer al anochecer te esperaré callado,
en silencio, con estas ansias de amarte en mi corazón y
cada noche buscándote en mi cama.
Rompo mi corazón en mil pedazos,
mi poesía en las cenizas que deja el al amanecer el alba,
soy como un grillo velando tus sueños en cada amanecer,
perdido en la dulce vendimia del amor al anochecer,
cuando por la ventana entran los brillantes rayos de la luna,
solo quedan estos bellos y dulces versos con amor y
como testimonios que cantan bellas canciones de amor y
hacemos que juntos lo triste de nuestras vidas espere.