Buscando la más bella plenitud,
oigo el ruído de un río,
oigo su mensaje...
me trae un tesoro aún por descubrir.
Cierro los ojos, suspiro,
y entro en mi sueño,
regocijandome por dentro de niña,
sonriendo con mi sonrisa al pasar.
leo las palabras perdidas
oigo mensajes pasados
enciendo unas velas con la mirada
iluminando a un pobre corazón.
callada está su razón,
por no tener quién le escuche,
han roto su armonía,
han hecho que esté perdida.
Abro los ojos. inquietud,
vuelvo a la realidad,
que está podrida,
la gente coge la manzana prohíbida
tapando con ignorancia su sencillez,
destrozando sin motivos toda mi niñez.
nia 14/08/06