No hay sueño que aligere mi pensamiento
pero esta noche
tu respiración
es el automatismo
más hermoso
de la jodida Tierra,
ofréceme un cigarrillo,una caricia a la muerte,
la pobreza me aflige
es extraña la ausencia de dolor,
sin nombre,soy la suma en la calculadora
de dioses en los que no creo,
tu pelo es lo único real
si olvido que cuelga de la fantasía
del tiempo que nos queda,
me siento leve y a la vez feroz
asesinando mi soledad
frente a tu cuerpo desnudo,
viene voraz el desaliento
si me asomo al vacío
fantasmal de mis bolsillos,
no quepo en ellos,tú no cabes en mí,
quiero una caída lenta y suave
como el sudor que recorre el terror
de tus abruptas mejillas.