Duermes en la magia de mis versos,
soñando mi voz, cual una cenicienta
un hada eterna bañada de universos,
un escondite que vacía mis ausencias.
Duermes, y sobrevuelas mis silencios
me hablan tus ojos paseando mis quimeras,
dulce niña que anulas mis intentos
de tenerte plena en nuestra primavera.
Duermes en mis sueños de cansancio
curando el dolor que tejen mis heridas,
y he de pensar que de esperarte tanto
valoras mis palabras, entibias mi vida.
Duermes en la plenitud de mis momentos
con una sencillez que añora valentías,
mostrando el aullido voraz de mis vientos
con una mirada que me atrapa en su pupila.
Duermes y ries sin darte cuenta
que miro tu rostro de luz encendida,
soñando mi voz cual una cenicienta,
curando el dolor que tejen mis heridas.