Como fluye la malicia, disfrazada de razòn,
trastornando el corazòn, semejante a una caricia
cuàn amada, cuàn amate o el sarpaso de un giganate
te seduse, te cautiva, desmorona tu semblante.
La malicia se ha burlado, de lo hermoso y del amor,
provocando un gran dolor, tu noral a rebajado
los principios pisoteados, ya no encuentras la salida
anda y clama por tu vida, no descuides tu llamado.
La ignorancia en la palabra, y la falta de oraciòn
han abierto el gran portòn y en tu vida se ha infiltrado
aflorando lo pasado, manejando el sentimiento
solo el nuevo nacimiento, fortaleza tu legado.
La malicia ha impregnado como muerto que se pudre
hoy la Biblia te descubre y te deja en evidencia,
proclamando tu sentencia, la que grito a una voz
con la fuerza de mi Dios, liberando la conciencia.
Pero a veces no se puede liberar lo santo y puro,
la ignorancia forma un muro, levantado en la emociòn,
engañando la razòn, el creyente apacionado,
que a pesar de estar salvado, tiene sucio el corazòn.
Cuando el mal te controla, pisoteando tu moral,
como estiercol de animal que en tu vida sea impregnado
cuàn preludio de un pasado, que ahora cuesta recordar
pues tu Dios te ha de sanar, por su hijo castigado.
Jesucristo vino al mundo, a entregar su gran amor,
demostrado en el dolor, en la cruz del sufrimiento
condenado al gran tormento, sin haberlo merecido,
y este hecho acontecido, al saberlo te da aliento.
La malicia ya no puede ser la dueña de tu vida,
solo Cristo y sus heridas, derribaron ese muro,
restaurando tu futuro, perdonando tu pasado,
ahora deja el mal de lado, que el camino es màs seguro.
Padre que estàs en los cielos, te ruego por los hermanos
que un dìa se hicieron cristianos, confesando al salvador,
y que han vuelto al cruel dolor, consecuencia del pecado,
hoy renueva su llamado, te lo pido por amor.
Que la sangre de Jesùs, que el poder a desatado,
y al cristiano atormentado, le renueva la confianza,
y los llene de esperanza, hoy evoco aquella cruz
y en nombre de Jesùs, por la sangre de la alianza.