Rumor intenso que me inunda el alma, Respira rumoroso amor del Cielo;
Revela anhelos con su vivo celo,
En dulce música que suave calma
Espíritu sagrado, inmensa palma,
Que se abre generosa y da consuelo.
Brocal de donde brota el arroyuelo,
De dulce néctar que mi ser encalma.
Rielando suave sobre eternas olas,
De amor divino limpio y verdadero,
Así eres tú, cordial, que a nadie violas
Sin negras penas, ni vanos dolores,
Fragante, alegre, y tierno mensajero,
Rebosa el corazón de tus dulzores.
Envuelto en tus amores,
Tan suave gozo encuentro en tu vivero,
Que a tí me entrego, en gozo placentero.