La vida, rebelde, siempre mutante, alterna en círculos y cambia de tiempos y a veces cambia de voz.
Incluso grita, lo que le estalla o se afoniza
de incomprensión y otras se muda,
descreída y confusa.
¿A dónde fue esa voz de niño simulando flautas?
¿Porqué se hizo ronca, porqué raspa esta voz?
A veces brota de adentro, el quejido muerto
de alguna pena, de algún dolor.
Y otras canta vibrando en aires
de cuerdas tensas y en otros tiempos
se va, simplemente se va y se guarece
en la rara armonía de sonidos recientes
y allí se queda a vivir.