Nada es eterno,
ni el mismo supiro al viento,
que refleja el soñar despierto,
de un amor que pasa,
por las orillas del Nilo.
Nada es eterno,
ni la suave briza matutina
que cambia cada mañana,
su caricia y su sentir.
Nada es eterno,
ni el mismo cielo,
que cambia su color cada dia y
deja estelas de colores,
cuando la noche se acerca.
Nada es eterno,
ni el relampago que truena,
a lo lejos de la campiña,
anunciando la tormeta que llega,
sin avisar.
Solo pense que nuestro amor era eterno
y que error tan fatidico,
se perdio en el abismo
de nuestros sueños e ilusiones
y que jamas volvera del ayer.