A tu sonrisa,
traviesa e intranquila,
esos ojos que iluminan,
y los labios una maravilla de deseos,
fervientes yo los siento,
enrojecidos, yo los muerdo,
y me vuelvo loca por tenerte,
a tu cuerpo manantial de pasiones,
sentimientos alocados,
que perturban en mi mente,
esos brazos fuertes de acero,
y esas piernas,
que bailan al compás de mis caderas,
amor de sueños,
de mañanas primaverales,
llenas de tus perfumes,
el aroma del mar,
en la ventana,
tus secretos más escondidos,
tu cuerpo esperando,
que lo tome,
en el ardor de mis piernas,
te pierdes,
me inundas con tu lava,
ardiente y caliente,
recorre todo mi cuerpo,
hasta iluminar mi alma,
solo pido la paz de amarte,
que me dejes el cansancio,
de tu cuerpo sobre el mío,
la pasión y las ganas de seguir,
amándote como hasta ahora...
LUNAFRIA