Y quisiera regresar,
Hacia la isla del centro de tu cuerpo,
Hay quien dice que no existe la felicidad,
Y en el barco del amor,
Regresaba hacia mi hogar,
Cuando en el mar me encontré,
Reflejado su mirar.
Y mirándote marchar,
Regale lagrimas al mar,
Mi consuelo fue escapar,
Antes de que decidieras volver,
Es mejor dejar marchar,
Antes de querer enloquecer.
Antes de empezar todo a perder.
Y desafíe al corazón,
Y le vi ahogarse entre las olas,
No le ayude a salir, a sumergir,
No se me da muy bien nadar,
Tenia miedo si lo salvaba,
Lo deje, flotando en carne viva,
No lo volví a ver mas.
Como cobarde seguí el rumbo del mar,
Hacia un lugar desconocido,
¿a dónde me han de llevar, las olas del olvido?