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Surgí del fondo de inmemoriales tiempos ha.
Serpentina de viento y espacio, brotada de la nada
Bajo el escrutinio sensible de miradas curiosas
Alabastro de sonrisas cascabeleras de niños.
Rompiente de un silencio ensordecedor que abruma
Preguntas infantiles que flotan y estremecen
Desnudas, frágiles, quebradizas por el viento
Cual plegarias hechas con color del alma pura.
Les enseñé a romper prejuicios y estigmas
Robustecer el futuro a con pasos de gigantes
Atravesar avatares del tiempo sin importar sexo
Edad, condición social, País o Estado
Enseñé lecciones de vida, desperté secretos
Recogiendo la voz inefable del universo en mis manos.
Instruí como soñar, imaginando, pergeñando, faenando
Abriendo el libro de la naturaleza para ser y no ser
Se convirtieron en gaviotas ligeras
Surcando océanos de azul profundo
Ámbitos frontalmente inmersos de misterios arcanos.
Solté las amarras de sus pequeñas barcarolas
Para que eludieran esquifes y roquedales,
Corrientes traicioneras oceánicas, cantos de sirenas
Llevándolos con su velamen entero a buen puerto
Otorgándoles las cartas náuticas de su camino.
Ellos fueron, son y serán mis pupilos
Acodados como burbujas de luz
En cada vuelta del camino…
Fueron alumnos, discípulos…
No importa
¡Son los herederos del infinito!
Soy el rostro olvidado
De aquellos por seguir su propio llamado
Soy aquél que despertó su pasión irresistible por la verdad
Mostrándoles como esplender como un faro
En la pared obscura de la ignorancia
Guía de su sendero a través de la primavera enterrada
Fui el Mentor, el guía, el consejero
Aquél Ser, donde imbuyeron su condición.
Surgí como aquellos seres con aire desvelado
Donde lo inexplicado da su conseja a quienes
Serán el Marco Polo del conocimiento y la sabiduría
Aventureros, viajeros insaciables del firmamento
Y sus misterios.
Ellos brotarán como el fruto de la ambrosía
Descubriendo la verdad que ocultó
La ignorancia el miedo y el dolor
Y entonces…
Reiré con ellos en sus triunfos y alegrías
¡Habrá júbilo en mi corazón!
Hasta mi puerta llegará algunas veces el sufrimiento
Con sus negras alas…
Provocado por el reclamo de la tierra, exigiendo tributo.
Voces infantiles, jóvenes entusiastas verán
La flor de su vida tronchada, suspendido su andar
Solo quedando promesas inconclusas
Por un llamado a veces natural, otras veces
Designios del destino y la mala fortuna
En Ocasiones por individuos hijos de la ignorancia
¡Injusto eso será injusto!
Y cuando se hundan antes de tiempo,
En las fauces voraces de la tierra, haciendo de ella
Su holocausto y última morada… se desvanecerán
Esos cuerpos imberbes, esas chispas
Se apagarán irresueltas en la nada
Quiméricas esencias de atributos evanecidos
Ojos que nunca vieron los lamentos de un por qué,
Sin conjunciones ni disyunciones de lo que sigue.
En esa bilocación sempiterna de lo oculto en la trastienda
Cruzando el umbral
Que desgarra y enfrenta sus despropósitos
Ante ese dramático final y sorprendente casuística
Permanecerá en silencio
¡Mi desconcierto y desazón!
Se deslizan sobre mis dedos polvo de estrellas
Agua nueva para alimentar su sed,
Céfiros suaves para su velamen.
Mi alma tocará a aquellos que buscan
Amparo bajo mi sombra
Compartiendo sus impaciencias de cuadrigas celestiales.
Seré inefable cómplice, aliado y sostén
Seré sombra, tiempo, eco, reflejo
Espejo de porvenires, viajero profundo
De lo inmenso que habita en su interior.
Hallarán en mí
Éxtasis místicos del tiempo que ya pasó
Crepúsculo que les cobije del dolor,
La imagen de fe, el deseo y la angustia
Naciendo de su propio ser.
Serán uno solo consigo mismos
Una sola canción
La caricia perdida, retornando con la bajamar.
Sembré mi simiente en su tierra
Fértil, virgen, abonada con paciencia
iluminando las espirales de su cielo
Haciendo reaparecer una y otra vez
Ante sus ojos
Los escenarios más dispares,
Los fondos insondables
De la razón, el discernimiento, buen juicio e inteligencia.
Emprenderán su vuelo como palomas
Afinando el aire, danzando sobre el camino
Colmando de poesía la vida
Inventando con ojos inmemoriales su propio concierto
Recobrarán mi voz, mi acento,
Multiplicarán y formarán estrellas
Para llenarse del universo mismo.
Así…
Agradezco
A todos aquellos que su camino
Se cruzó con el mío.
A los que hicieron un remanso en el huerto mío.
A los que bebieron de mi fuente y comieron de mis frutos.
A los que guardaron las semillas para sembrarlas
En campos nuevos fértiles y propicios.
Volveré a surgir en ellos, con ellos, para ellos…
En inercia acompasada
Desde el fondo de los tiempos antiguos, antaño extraviados
Para escuchar su testimonio y entonces…
Agradeceré mi existir
Porque soy y seguiré siendo, eternamente…
¡El rostro olvidado!
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