Pagina en blanco, ya fue, ahora es historia.
Con la calma que le caracteriza, sin rebeldía
en soledad quedó cual perro lamiendo la herida
y en el mismo sufrimiento borrarla de la memoria.
En el suspiro y el desconcierto la recuerda,
su ausencia le rodea con asfixiante tormento,
en su mente se pasea con anudada cuerda,
el fantasma del olvido es como grito y lamento.
Cayó la cortina, entonces es fin del misterio,
ante cruel escena prefiere estar muerto,
la decisión no es de él para ir al cementerio,
el tiempo dirá cuándo, pues aun está despierto.
Los poemas del bardo romántico, ahora son ironías,
la del destino, que puso punto final a toda excusa,
de los gloriosos momentos solo queda melancolías,
el extinto amor, entierra muy junto con su musa.
Autor: Alcibíades Noceda Medina