Los cristales rotos del ultimo cubata
que hice en ese pub,cuando me abrazaba la madrugada.
descansaban en el suelo pegajoso,de tantas bebidas derramadas.
Cerré el pub escuchando esa canción maldita,
que nunca de vio sonar en mi vida.
Las lágrimas de la soledad, corrían por mi cara,
para caer dentro de ese cubata,
lágrimas de sabor amargo, como me amargo esa madrugada
que en tu casa con otro te encontré,
abrazado en lo que pensé que eran nuestras mantas.
Los cristales rotos de ese cubata que se cayó por mala pata
brillaban en el suelo, llorando por un poco de liquido para olvidar.
lloraron esa noche para olvidar ese maldito y tan querido amor
amor tan querido y que llego a ser maldito.